21 de Agosto
Segundo azul y rojo se animaron a realizar una escritura colectiva en su clase por Zoom. Cada alumno y alumna dio su aporte para lograr las producciones.
Felicitamos a los chicos y chicas por escucharse, respetar las diferentes opiniones y lograr un intercambio maravilloso.
Esperamos que disfruten del cuento, tanto como lo hicimos nosotros al escribirlo.
PRODUCCIÓN COLECTIVA SEGUNDO AZUL
Nuestro viaje hacia el otro lado del mundo
Hace mucho mucho tiempo, los chicos
de Segundo Azul querían aprender pociones y magia.
La maestra sabía algunos trucos. Por eso, decidió mostrarles a los niños y niñas cómo utilizar
una escoba y un portal mágico.
Para poder aprender más sobre hechizos, y trucos de magia,
decidieron ir a la escuela de Harry, que quedaba del otro lado del mundo.
Para llegar, utilizarían el portal mágico que les había
entregado la seño.
Cuando llegaron a la escuela, subieron una escalera para ir a
conocer sus habitaciones, y se encontraron con una puerta que los hacía subir
directo a las camas.
Ya en sus cuartos, se dieron cuenta que faltaba una cama para
un estudiante.
El niño se enojó mucho y empezó a gritar, despertando a los
espíritus y a los dragones que vuelan.
Entonces, se les ocurrió hacer una poción mágica. Para eso
debían usar un polvo mágico y mezclar muchas bebidas. También sacaron de sus
mochilas muérdago y petróleo, y lo agregaron al hechizo.
Una vez que terminaron de mezclar todos los ingredientes,
dijeron unas palabras y tiraron el polvo con sus varitas, logrando dormir a los
dragones y los espíritus
Cuando lograron vencer a sus enemigos, fueron a recorrer la
escuela para conocerla y se encontraron cuadros antiguos, maestros de la
escuela, animales que hablan y arañas.
Se estaba haciendo de noche y debían volver a sus casas.
Agarraron el portal mágico pero no funcionaba. Los chicos y chicas se
preocuparon porque no sabían cómo irse.
Se les ocurrió despertar a un dragón con cosquillas y una
pluma en la nariz, para que los ayude a regresar con sus escobas a sus casas.
Finalmente, lograron llegar a sus casas felices e hicieron
una fiesta para festejar. Comieron ricas cosas, también galletitas.
Colorín, colorado, ahora ya son magos. Y este cuento está
hechizado.
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